DeclaraciĆ³n del artista
Gran parte de mi trabajo se centra en la manifestaciĆ³n de la identidad, particularmente la identidad negra. En mis retratos, a menudo me enfoco en la identidad y represento la presencia consistentemente poderosa de la figura negra. Frecuentemente observo el dialecto entre una historia de representaciĆ³n aristocrĆ”tica y el uso del retrato como una declaraciĆ³n de poder. En respuesta a esto, elevo mis figuras a un nivel de alta cultura o poder que clĆ”sicamente no estĆ” disponible para ellas como mujeres negras. Este reclamo de poder puede ser tan moderado como una figura que no tiene miedo de confrontar al espectador con su mirada (como en āJulieā) o tan enĆ©rgico como una figura envuelta en insignias (como en ā Nuestra seƱorita"). Mi interpretaciĆ³n clĆ”sica del retrato diverge y erradica algunos de los tropos clĆ”sicos del canon del arte occidental (por mis figuras no convencionales). Veo esta reforma de quiĆ©n se representa tĆpicamente en el retrato (y cĆ³mo) como la yuxtaposiciĆ³n de lo "viejo" heredado por lo "nuevo". Un artista que me inspira es Kehinde Wiley. Me fijo especialmente en la sensibilidad de sus figuras. y su descripciĆ³n de la identidad urbana. En mi trabajo, exploro el contraste entre la identidad propia y la identidad social. Esta disonancia entre el mundo que conoces, lo que significas como sĆmbolo en pĆŗblico, y la identidad impuesta que la sociedad te impone, te da esa extraƱa y misteriosa sensaciĆ³n de tener que adaptarte a esta doble conciencia.